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                  Conversaciones Esotéricas
 
                   CAPÍTULO II: LA MAGIA INDIVIDUAL
 
 En nuestra conversación del pasado mes estudiamos el tema de 
                  la MAGIA desde el ángulo de vista universal, aunque dejando 
                  sentado el hecho de que siendo el hombre un destello de la 
                  Divinidad y “hecho a Su imagen y semejanza”, tal como sin 
                  distinción alguna aseguran todas las grandes filosofías y 
                  religiones de la Humanidad, estaba también ampliamente 
                  capacitado para ejercitar los poderes de la MAGIA en el 
                  aspecto creativo más afín con su naturaleza y grado de 
                  evolución, es decir, aquel que se refiere a la creación de las 
                  situaciones kármicas y de los ambientes sociales, así como a 
                  las grandes aportaciones científicas, filosóficas, religiosas, 
                  artísticas, etc., que caracterizan la civilización humana y la 
                  propia historia del mundo.
 
 Habiendo llegado a la conclusión de que MAGIA es un término 
                  eminentemente científico, tal como intentan demostrarlo los 
                  investigadores esotéricos, ya que su significado implica 
                  “incorporación de energías para la creación de formas”, 
                  nuestra atención especial, en lo que al ser humano se refiere, 
                  tendrá que centralizarse lo mismo que hicimos cuando 
                  estudiábamos la Magia de la Creación Universal, en los dos 
                  grandes sonidos A.U.M. y O.M.
 
 En el presente estado de evolución de la humanidad, sólo un 
                  reducido número de seres humanos están capacitados para 
                  pronunciar el O.M. sagrado en la entonación correcta. La 
                  inmensa mayoría están mayormente sumergidos todavía en Ia 
                  vorágine de los tres mundos inferiores, mental, astral y 
                  físico que son sus particulares niveles de expresión 
                  psicológica y solo aciertan a pronunciar uno u otro de los 
                  tres sonidos confluyentes del A.U.M. Como todos sabemos, tales 
                  sonidos están esencialmente relacionados con los tres primero 
                  Reinos de la Naturaleza, el Mineral, el Vegetal y el Animal, 
                  de cuyos componentes químicos -si podemos expresarlo así- 
                  extrae el hombre la materia que precisa para construir sus 
                  vehículos de expresión psicológica o kármica, siendo ésta la 
                  relación o analogía existente:
 
                  
                  A. Reino animal - Mente ConcretaU. Reino Vegetal - Vehículo Emocional
 M. Reino Mineral - Cuerpo Físico
 
                  La atracción particular que sienten los seres humanos hacia 
                  algún determinado vehículo de expresión ha determinado la 
                  clásica definición psicológica de la humanidad en tres bien 
                  definidos tipos: el mental o intelectual, el emocional o 
                  místico y el material o instintivo. Cada uno de tales tipos 
                  hace resonar en su vida en forma muy preponderante alguno de 
                  los tres sonidos que componen el mántram creador A.U.M., sea 
                  el que corresponde a la nota A., a la U. o a la M. En casos 
                  muy afortunados y bajo ciertas favorables circunstancias 
                  algunos seres humanos pueden hacer resonar dentro de sí dos de 
                  aquellos sonidos, o notas vibratorias y una muy selecta 
                  minoría, seguramente aquélla que Cristo definió como “sal de 
                  la Tierra”, han llegado a un cierto grado de integración 
                  espiritual que les capacita para emitir en el devenir de su 
                  existencia las tres notas claves del A.U.M. y se hallan 
                  preparadas, por tanto, para dar el siguiente paso en el 
                  proceso evolutivo de sus vidas, es decir, el que les permitirá 
                  oír y más adelante pronunciar el sonido mágico O.M. que 
                  corresponde a la vida eminentemente espiritual y, 
                  esotéricamente hablando, es el “sonido de Liberación” cuya 
                  entonación correcta les cualificará para entrar 
                  conscientemente en aquella desconocida dimensión dentro de la 
                  vida de la Naturaleza, místicamente definida como el Quinto 
                  Reino o Reino de los Cielos.
 De ahí que la Magia organizada, en lo que al ser humano se 
                  refiere, expresa el sentido mismo de la evolución, la cual 
                  obedece siempre a un permanente impulso de crecimiento que 
                  surgiendo del centro de conciencia que llamamos “el yo”, se 
                  extiende luego en ondas espirales cada vez más dilatadas 
                  buscando su unión con otros centros de conciencia mayores y 
                  más incluyentes. En lo personal y psicológico el sentido 
                  evolutivo -por decirlo de alguna manera- se extiende desde la 
                  conciencia física situada en el centro del bazo hasta la 
                  conciencia mental del centro del entrecejo, pasando por el 
                  centro del plexo solar en donde la inmensa mayoría de la 
                  humanidad deposita una mayor cantidad de atención o de 
                  conciencia. Según esta descripción y siguiendo el orden de 
                  sonidos de la Naturaleza, el mántram creativo A.U.M. va 
                  evolucionando a través de cada uno de tales centros de 
                  conciencia hacia el mántram solar O.M. el cual, según se nos 
                  dice esotéricamente es el Sonido de Resurrección y también “la 
                  Palabra Perdida” a la que se hace referencia en algunos 
                  escritos muy antiguos y constituyen también “la Palabra de 
                  Pase” para penetrar en los Centros iniciáticos. La 
                  localización de ese tipo de conciencia se halla en el centro 
                  coronario, el “Loto de Mil Pétalos”, cuando está perfectamente 
                  desarrollado.
 
 La Magia suprema del ser humano, el destino de su vida y su 
                  sendero de proyección cósmica se extiende conscientemente a 
                  través de aquel sutilísimo “hilo de luz” destilado de la mente 
                  del discípulo en proceso de integración espiritual llamado 
                  esotéricamente “Antakarana”, y va del Centro Ajna al Centro 
                  Coronario, es decir, desde el intelecto a la intuición. En el 
                  centro intelectual, o mente concreta, se inicia el gran 
                  recorrido y la gran transmutación creadora que ha de convertir 
                  el A.U.M. en el O.M. De ahí la importancia que se le asigna 
                  ocultamente al centro del entrecejo en orden al desarrollo de 
                  la Magia organizada que opera a través de cada uno de los 
                  centros de conciencia, haciendo resonar su particular nota 
                  invocativa e irradiando el magnetismo especial que a cada uno 
                  de tales centros corresponde para “dinamizar” el espacio con 
                  el tipo definido de éter que ha de substanciar, concretar u 
                  objetivizar las requeridas formas etéricas, psíquicas o 
                  mentales cuya elaboración o construcción constituyen el 
                  secreto mismo de la Magia.
 
 Una persona de tipo primitivo, dicho esto sin sentido 
                  peyorativo alguno, posee mayormente una conciencia enfocada en 
                  lo físico y su naturaleza psicológica responde solamente a la 
                  nota M., el tercero, de los grandes sonidos creadores de la 
                  Naturaleza. Las personas de tipo corriente o, tal como 
                  corrientemente se las define, “del promedio de la Humanidad” 
                  responden a dos de dichos sonidos, a la M. y a la U., siendo 
                  mayormente emocionales y psíquicas en sus naturalezas 
                  psicológicas. Cuando una persona ha evolucionado lo 
                  suficientemente en el aspecto mental y por efecto de ello es 
                  capaz de controlar sus reacciones emocionales y sus instintos 
                  primarios en el orden físico, educe una personalidad triple en 
                  el orden psicológico y hace resonar en cada una de las fases 
                  de su vida el sonido creador A.U.M., el cual, según se nos 
                  dice, corresponde a la Voluntad del Creador de REALIZAR Su 
                  Obra en el Universo.
 
 Sin embargo, sólo cuando el intelecto o la mente individual 
                  concreta ha profundizado mucho en el orden oculto y es capaz 
                  de controlar conscientemente sus reacciones psicológicas más 
                  íntimas, lo cual es un signo evidente de que ha construido un 
                  gran tramo del luminoso “puente de luz” del Antakarana que va 
                  de la mente inferior a la superior, puede penetrar en algunos 
                  de aquellos secretos o misterios que ocultamente definimos 
                  como ‘‘Magia organizada’’.
 
 Insisto, al llegar a este punto, que la Magia, actividad que 
                  rige la evolución de las formas, tiene carácter universal y 
                  que cualquier centro de conciencia por diminuto que sea 
                  produce Magia, pues pese a su insignificancia posee a igual 
                  que el Creador, intención, idea y forma, es decir, un 
                  propósito evolutivo, un destino claramente diferenciado en 
                  orden a la especie a la cual pertenece y una forma definida 
                  mediante la cual aquel destino deberá ser cumplimentado en la 
                  evolución general de la Naturaleza. Es la Magia que responde a 
                  la Voluntad del Creador de “Creced y Multiplicaos”. Pero, al 
                  referirnos concretamente a la Magia organizada que corresponde 
                  a la humanidad deberemos tener en cuenta el centro mental 
                  desde el cual opera conscientemente el ser humano al llegar a 
                  ciertas fases muy avanzadas en el sendero de la evolución y 
                  puede producir a voluntad “ciertos prodigios externos” o 
                  determinar “algunos efectos ambientales”, cuyas 
                  características son análogas a las que se producen en el orden 
                  organizado de la Naturaleza, tal como lo tiene dispuesto el 
                  Creador.
 
 El Mago, sea blanco o negro, puede crear “prodigios” o 
                  maravillas en el contexto ambiental, pero la naturaleza de 
                  tales fenómenos tendrá que fundamentarse lógicamente en el 
                  poder de concentración mental sobre una idea determinada, 
                  obedeciendo al impulso de una intención definida e impregnando 
                  aquella idea del suficiente dinamismo como para suscitar 
                  dentro de las profundidades del éter, la necesaria reacción 
                  que debe producir por substanciación unas determinadas formas 
                  ambientales, físicas o psíquicas. No entra en nuestra 
                  conversación de hoy la intención de extendemos en detalles 
                  sobre la clase de prodigios o fenómenos tangibles que puede 
                  producir un verdadero Mago, siguiendo las líneas de un proceso 
                  inteligentemente calculado y dinamizado por las energías de 
                  una potentísima intención de base. Pero si será necesario 
                  afirmar que el Mago negro utiliza el sonido A.U.M. operando 
                  desde el centro del mismo, no pudiendo alcanzar pese al 
                  elevado grado de integración de su personalidad y control de 
                  sí mismo las notas vibratorias del O.M., estando incapacitado 
                  debido a sus pérfidas finalidades para poder penetrar en los 
                  misterios infinitos de la vida espiritual. El Mago blanco, por 
                  el contrario, controla el triple sonido A.U.M. desde el centro 
                  mismo del mántram solar O.M., por cuyo motivo posee no 
                  solamente una integración de carácter personal o psicológica, 
                  sino también una perfecta integración en el orden espiritual, 
                  siendo más potentes y más sutiles los prodigios y maravillas 
                  que puede producir en orden a la Magia organizada tal como 
                  opera en nuestro mundo. Dense cuenta al llegar a este punto, 
                  que desde el ángulo esotérico la Magia organizada es 
                  considerada de manera muy distinta en orden al proceso 
                  evolutivo de la Humanidad, estableciendo unas fronteras muy 
                  bien definidas entre la Magia blanca, que produce el Bien y la 
                  Magia negra que determina el Mal, siendo estos dos conceptos 
                  un misterio iniciático que un día le será revelado al 
                  verdadero discípulo en el sendero espiritual. Sin embargo, la 
                  comprensión intelectual de estos extremos será más clara si 
                  establecemos la siguiente analogía:
 
                  
                  Fuerzas lunares:A. Mente concreta.
 U. Poder psíquico.
 M. Vida instintiva.
 
 Fuerzas solares
 O. Mente abstracta.
 M. Amor incluyente. Voluntad de Bien.
 
                  FUERZAS SOLARES Y FUERZAS LUNARES
 
 ¿A qué nos referimos exactamente cuando establecemos esta 
                  distinción entre las dos cualidades infinitas de la Magia? ¿O 
                  es que no están ambas debidamente compensadas, habida cuenta 
                  de que tanto el sol como la luna tienen su adecuado lugar en 
                  el orden creador dentro del cual se mueve nuestro Universo? 
                  Bien, durante el curso de esta conversación no vamos a 
                  discutir el orden universal ni la Voluntad del Creador con 
                  respecto al doble sentido de la Magia, pero sí nos interesa 
                  profundamente visando las leyes de la evolución, tratar de 
                  comprender los móviles ocultos de nuestra alma la cual nos 
                  indica certeramente el camino del Bien como el más apropiado 
                  para resolver las incógnitas de la vida y el más correcto para 
                  alcanzar los beneficios de una paz interna la cual, al 
                  parecer, es la meta ideal para la humanidad. Siendo así, lo 
                  más importante para nosotros será sin duda profundizar 
                  constantemente en tales móviles espirituales y emprender el 
                  camino interno como el más adecuado para poder convertirnos en 
                  unos perfectos Magos blancos. Espero que sea éste el propósito 
                  que a todos nos guíe e ilumine durante el curso de estas 
                  conversaciones esotéricas. Creo que nos ayudará en tal intento 
                  dar una pequeña explicación acerca de lo que hay que entender, 
                  esotéricamente hablando, por fuerzas lunares y fuerzas 
                  solares. Las primeras son de orden substancial en el orden 
                  evolutivo de la Naturaleza y “sus elementos dévicos” actúan en 
                  el éter de acuerdo a un incesante proceso de materialización 
                  densa de las intenciones y de las ideas que puedan surgir 
                  consciente o inconscientemente de las mentes de los seres 
                  humanos. Cuando tales elementos dévicos son manejados por 
                  algún Mago negro, su poder es enorme y pueden determinar 
                  resultados nefastos en el orden ambiental. Afortunadamente hay 
                  en el mundo muchas personas de buena voluntad y de sincero 
                  interés en favor del Bien que con su actitud correcta y 
                  convenientemente ajustada “contrarrestan” la actividad de las 
                  fuerzas lunares y las mantienen a raya, tal como vulgarmente 
                  se dice, en los ambientes sociales de la Tierra. El sentido 
                  del Bien y del Mal y su espiritual reconocimiento de parte de 
                  los seres humanos henchidos de buenas intenciones se halla, 
                  pues, entre la distinción establecida entre las fuerzas 
                  lunares correspondientes a las formas densas o vehículos 
                  inferiores utilizados por el hombre y las fuerzas solares, 
                  cuya identidad es absolutamente espiritual y constituyen los 
                  elementos que surgen y se manifiestan a partir de aquel centro 
                  de conciencia causal que llamamos el “YO superior”. Como verán 
                  ustedes, estoy tratando el tema desde el ángulo de vista más 
                  puramente ortodoxo en el orden esotérico, aunque dejando 
                  entrever sin embargo nuevos aspectos sobre cuestiones 
                  conocidas, tales como los que se relacionan con la Magia y con 
                  el problema psicológico acerca del Bien y del Mal.
 
 Las fuerzas lunares son responsables de la construcción de 
                  todas aquellas formas objetivas que por su densidad sirven de 
                  vehículos a los estados de conciencia inferiores de la 
                  humanidad. Las fuerzas solares, como es natural y de acuerdo 
                  con el sentido de la luz, construyen las formas subjetivas que 
                  serán utilizados por los estados superiores de la conciencia 
                  como vehículos de expresión espiritual. Se comprenderá, por 
                  tanto, que cuando hablamos de dichas fuerzas, lunares o 
                  solares, hacemos una referencia concreta a aquello que en 
                  lenguaje teosófico definiríamos como “yo inferior” y “YO 
                  superior”, quedando confinado entonces el sentido de la Magia 
                  en los aspectos inferiores o superiores de la mente, la cual 
                  es el receptáculo de todas las energías cósmicas con 
                  capacidades de integración en el mundo mental, que más 
                  adelante servirán de vehículos a los estados de conciencia de 
                  los seres humanos en una expresión correcta o incorrecta, 
                  dependiendo naturalmente tal eventualidad del grado de 
                  evolución que hayan alcanzado. Desde tal punto de vista el 
                  sentido de la Magia se aclara pues queda reducido, en lo que a 
                  la humanidad se refiere, a las actividades psicológicas de la 
                  conciencia, con una derivación correcta en el aspecto 
                  evolutivo hacia la mente superior y otra menos sutil y sujeta 
                  por tanto a muchos errores de interpretación y de juicio que 
                  se inclina hacia la mente inferior. Hay que tener en cuenta, 
                  sin embargo, que tales aspectos de la mente, tanto en lo 
                  elevado y sublime como en lo denso y material, están llenos de 
                  niveles o estratos dotados cada uno de su correspondiente 
                  cualidad vibratoria, por cuyo motivo se comprenderá que 
                  existen “infinidad de jerarquías” dentro de las fuerzas 
                  dévicas, lunares o solares, las cuales llenan el espacio de 
                  todo tipo de formas Psíquicas siendo éstas, en su conjunto, 
                  las que caracterizan los ambientes sociales de la humanidad.
 
 LA MAGIA INDIVIDUAL CREADORA DE LA CIVILIZACIÓN,LA CULTURA 
                  Y LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD
 
 La comprensión de todo cuanto acabamos de decir nos llevará 
                  sin duda a la conclusión de que todo cuanto sucede en el orden 
                  social cualificando un ambiente, caracterizando una cultura o 
                  determinando cualquier tipo de civilización es técnicamente 
                  Magia, es decir, la capacidad de utilizar consciente o 
                  inconscientemente, correcta o incorrectamente, las fuerzas 
                  etéricas que pueblan el espacio, esotéricamente llamadas 
                  “dévicas”, las cuales son los agentes invisibles de la 
                  Divinidad para crear todas las formas imaginables en el orden 
                  evolutivo de la Naturaleza, creando los vehículos expresivos 
                  para cada una de las especies vivientes en no importa qué 
                  Plano, Reino o Raza dentro de nuestro Sistema Solar.
 
 Así, el término Magia tiene para el esoterista un valor 
                  eminentemente científico y total ya que aprecia en la Vida de 
                  la Divinidad una extraordinaria capacidad de Síntesis, la cual 
                  descompuesta en el orden trino de Intención, Idea y Forma 
                  constituye la base de la Creación universal. El ser humano se 
                  limita a “reproducir” en su pequeña vida tales actividades. El 
                  desarrollo de sus vehículos superiores de conciencia, el 
                  mental, el búdico y el átmico, que como ustedes saben, 
                  constituyen la Tríada espiritual o Vehículo de la Mónada, le 
                  capacita para utilizar los altos secretos de la Magia mediante 
                  la alta Alquimia de transmutación a la cual sujeta sus 
                  vehículos o cuerpos inferiores y tal transmutación origina una 
                  modificación sensible en el orden social, hasta el punto de 
                  crear las estructuras de una nueva ciencia, una nueva cultura 
                  o una más esplendente civilización. Tal es el punto que más 
                  atentamente deberemos analizar desde el ángulo de vista 
                  esotérico de la Magia organizada en nuestro mundo, ya que la 
                  comprensión del principio creador actuante y el inteligente 
                  examen de las dificultades que deben ser vencidas para borrar 
                  de la conciencia de la humanidad las huellas de un pasado 
                  tradicional, gastado o marchito que cristalizan la obra 
                  cíclica de las edades, podrá determinar con el tiempo y el 
                  recto ejercicio de la razón una potente CATARSIS colectiva que 
                  afectará a todos los niveles de conciencia de la humanidad y 
                  producirá un nuevo orden social y las bases culturales que el 
                  nuevo tipo de civilización exija.
 
 Bien, creo que esto lo sabemos todos siquiera en forma 
                  intelectual, pero lo que mayormente interesa ahora es aceptar 
                  el reto de los hechos que sin cesar se están produciendo y 
                  originan las situaciones ambientales y actualizar mentalmente 
                  una nueva capacidad creadora capaz de “remover positivamente 
                  los éteres” y atraer a las áreas etéricas de la Tierra la 
                  mayor cantidad posible de “devas solares” ya que son éstos, en 
                  definitiva, los que posibilitarán las actividades superiores 
                  de la conciencia y obligarán, por efecto de ello a retroceder 
                  a las fuerzas lunares o inferiores que se agitan en los más 
                  bajos y densos estratos psíquicos de nuestro mundo. Es a esta 
                  superior condición mental y psíquica y a la actividad de 
                  transmutación que la misma imprime a los éteres condensadores 
                  de la substancia material de los planos inferiores de la 
                  Naturaleza, a la que debe aspirar constantemente el 
                  investigador esotérico, siendo la meta de la misma la 
                  coordinación inteligente de todos los estados de conciencia de 
                  la humanidad visando el bien del conjunto y la estructuración 
                  del orden social justo y armoniosamente retributivo que los 
                  nuevos tiempos exigen. ¿Podremos llegar a admitir que el 
                  estudio esotérico es una investigación serena y profunda de 
                  las leyes mágicas que rigen el Universo y que los seres 
                  humanos deberán llegar a manejar un día sabia y 
                  conscientemente dichas leyes para colaborar en la Obra de 
                  perfección universal? En todo caso las ideas expuestas durante 
                  el curso de esta conversación de hoy constituyen, o deberían 
                  constituir al menos, un formidable reto a nuestra condición de 
                  investigadores esotéricos y a nuestra capacidad humana de Ser 
                  y de Realizar, las dos grandes opciones universales a las que 
                  podemos acceder en virtud de las leyes eternas de semejanza 
                  que unifican permanentemente nuestras vidas con la Vida 
                  infinita de Dios, el Creador.
 
 Pregunta: ¿ Tienen alguna relación las fuerzas solares y 
                  lunares que usted ha citado con los Ángeles a los que se 
                  refieren las religiones tradicionales?
 
 Respuesta: Sí, existe una relación completa y absoluta. 
                  En nuestra conversación de hoy acerca de la Magia individual, 
                  hemos intentado darles a estas fuerzas vivas de la Naturaleza 
                  un carácter rigurosamente científico, más que tradicional o 
                  místico. Desde el ángulo esotérico los Ángeles son 
                  considerados en la totalidad de sus incontables jerarquías 
                  como “los agentes creadores de la Naturaleza”, los verdaderos 
                  artífices de la Magia organizada del Universo, es decir, los 
                  componentes misteriosos del aspecto Espíritu Santo de la 
                  Divinidad, el de la Actividad Creadora e Inteligente. Es 
                  solamente cuestión de asignarles a tales fuerzas el carácter 
                  científico de “ENERGÍA” si queremos llegar a comprender las 
                  bases estructurales donde se apoyan los Planos del Universo y 
                  la totalidad de las formas, objetivas y subjetivas que en 
                  aquellos viven, se mueven y tienen su razón de ser.
 
 Pregunta: Mi dificultad reside en comprender cómo un 
                  ángel o un deva, de la naturaleza que sea, puede crear un 
                  ambiente social. ¿Podría usted ser más explícito al respecto?
 
 Respuesta: Trataré de serlo. Pero, ante todo deberemos 
                  intentar comprender qué es lo que se oculta tras el velo de 
                  las ideas que bajo la descripción de “formas objetivas” y 
                  “formas subjetivas” han constituido una parte muy importante 
                  de nuestra conversación. El secreto de la Magia se halla en el 
                  centro cualificador de tales formas y es allí también, en 
                  aquel centro, en donde podemos situar de acuerdo con nuestras 
                  investigaciones esotéricas a las fuerzas invisibles 
                  constructoras de las formas estructurales de la Naturaleza. 
                  Deberá imaginarse un punto de paso o un camino en el éter que 
                  aclare el sentido de la construcción geométrica de las formas 
                  y desde el cual pueda verse que todo cuanto existe, así en lo 
                  objetivo como en -lo subjetivo, no es ni más ni menos que un 
                  proceso de “substanciación de las energías que cualifican el 
                  éter”, con lo cual nos introducimos ya de hecho en el misterio 
                  de la actividad de los devas, o las fuerzas creadoras de la 
                  Naturaleza. Si todo es éter en el Universo, expresado bajo 
                  todas las posibles densidades, deberemos aceptar 
                  -hipotéticamente al menos- que hay unos factores o unos 
                  elementos invisibles que participan de las cualidades del éter 
                  y hacen posible este proceso de substanciación que da vida y 
                  consistencia a todas las formas existentes, así objetivas como 
                  subjetivas. La base de la Magia creadora reside precisamente 
                  en este proceso de substanciación o de materialización de las 
                  energías subjetivas, tales como las de la voluntad o de la 
                  idea y las hacen objetivas en determinado nivel, mental, 
                  emocional o físico, es decir, dotándolas de un cuerpo, de una 
                  forma o de un vehículo más o menos denso de manifestación.
 
 Pregunta: ¿Podemos decir entonces, de acuerdo a cuanto 
                  dijo usted durante el curso de su conversación, de que por el 
                  sólo hecho de ser concretas u objetivas tales formas deberían 
                  ser consideradas negativas o procedentes de la actividad de 
                  las fuerzas lunares?
 
 Respuesta: Hay que matizar mucho esta idea por cuanto, 
                  y siempre de acuerdo con el sentido de la Magia, lo que define 
                  la actividad de las fuerzas solares o lunares no es 
                  básicamente “la densidad del éter” utilizado en la 
                  construcción de determinada forma, sino la intención subjetiva 
                  que se halla en su base. No podemos decir que sean los Magos 
                  negros los que hallan implicados en la creación del Reino 
                  mineral, en virtud de la extrema densidad de éste. Hablamos 
                  técnicamente de la Magia en el orden estrictamente humano, es 
                  decir, en el de sus relaciones sociales o actividades 
                  psicológicas en los niveles mentales o psíquicos. Hay una Ley 
                  en el Universo que fue captada por los grandes Iniciados del 
                  pasado, que la tradición esotérica ha resumido así: “La 
                  Energía sigue al Pensamiento”. Este axioma oculto intenta 
                  explicar que las fuerzas lunares o las solares son unas 
                  energías que se expresan de acuerdo con la intensidad y 
                  cualidad de los pensamientos de los hombres. Buenas ideas 
                  deberán atraer así lógicamente “fuerzas solares”; malas ideas 
                  invocarán, por el contrario, a estas fuerzas que 
                  esotéricamente definimos como “lunares”. Pero, aun dentro de 
                  este sentido genérico ordenador del trabajo dévico por darles 
                  formas objetivas o ambientales a tales ideas, deberemos 
                  establecer una gran diferenciación en orden a sus densidades, 
                  incluso entre las buenas ideas, las cuales pueden ser 
                  excelentes, correctas y hasta sublimes, o entre las propias 
                  que hemos considerado como malas, cuyo grado de densidad 
                  dependerá de si las intenciones son pérfidas, egoístas o 
                  llegar a extremos de crueldad, siempre de acuerdo con sus 
                  repercusiones en el orden social.
 
 Pregunta: Asistí a su conferencia del pasado mes y he 
                  comprendido mejor a través de su conversación de hoy lo que 
                  hay que entender técnicamente por Magia. Pero, ¿aceptarán los 
                  hombres de ciencia esta idea como base de sus futuras 
                  investigaciones?
 
 Respuesta: Tal como dije al término de mi disertación, 
                  el tecnicismo de la Magia organizada es el supremo impulso de 
                  la evolución social. No sé como responderán los científicos al 
                  desafío de esta idea. Lo que sí sé perfectamente es que en la 
                  soledad de sus laboratorios y durante el curso de todas sus 
                  investigaciones están produciendo incesantemente Magia, por 
                  cuanto Magia es una expresión objetiva de las verdades ocultas 
                  de la Naturaleza. Los hombres de ciencia, por la índole de sus 
                  investigaciones, se ven obligados a comprobar, objetivizar y 
                  concretar constantemente las verdades ocultas que se hallan 
                  presentes en el éter y tratan de revelarse. El problema no es 
                  del científico ya que éste, sin darse cuenta y por la cualidad 
                  de sus investigaciones y campo de estudio, está invocando 
                  constantemente “fuerzas dévicas”, sino más bien del místico o 
                  del hombre profundamente religioso que sólo es capaz de 
                  imaginar “ángeles o devas” en el interior de las iglesias o de 
                  los lugares de culto espiritual. El día que el ser humano 
                  comprenda que las fuerzas misteriosas del éter o los 
                  constructores invisibles del Cosmos se hallan por doquier y no 
                  confinados únicamente en los estrechos límites de una religión 
                  determinada, el mundo habrá dado un gigantesco paso y 
                  determinará que la Ciencia y la Religión plenamente 
                  complementadas y armonizadas establezcan conjuntamente las 
                  bases de un nuevo y más correcto orden social.
 
 
 
            
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